El taller de la Carpa Vegana fue un éxito. ¿Dónde estuvo el acierto?

Todos los talleres del tema vegano han sido exitosos en el Casal. Este más bien, por varias razones, pensé que no lo sería tanto.

Llegar a un "paladar" carnívoro no es fácil. Generalmente están llenos de mitos, leyendas, mentiras y finalmente caprichos. No es difícil oír justificaciones como "es qué sin el queso me muero" o "¿de dónde sacas las proteínas?" o "es que no sabe a nada" u otros muchos pretextos, todos infundados, todos escasos de otra lógica que la costumbre, nada más que la costumbre.

El par Virginia-Viviana llega con una propuesta muy interesante, pues, rompen estas justificaciones con un menú que toca la tradición guayaquileña con platos criollos, locales, cercanos.

Es interesante como desde la primera cucharada del "encebollado" se desbaratan todos los castillos de naipes que mentalmente bloquean al carnívoro de disfrutar de una alimentación sin culpas.

No es que otros eventos veganos no busquen también romper los mitos, leyendas, falsedades y caprichos de aquellos que tienen (o quieren tener) dificultades para dejar las carnes, lácteos y huevos. Lo importante de este taller, es que, contrario a lo que yo mismo he profesado en los pasados meses, acierta al imitar la comida cárnica.

Entonces, se puede lograr, con cocina vegana, llegar a los paladares más "enganchados" con carnes, lácteos y huevos, con el "encebollado", la "guatita", el "seco" y otros platos de la cocina criolla, con respeto a todos los seres vivos, pues, no era la carne, era la sazón!

Disfruten el resto del artículo.

Santiago Barreiro