Al finalizar la proyección se da un espacio para poder conversar sobre la película. En este momento los asistentes manifiestan sus opiniones e impresiones y conversan sobre los detalles en los que cada uno se fijó. Es uno de los momentos más agradables de la velada, por el hecho de poder compartir y no irse sin reflexionar sobre lo que acabamos de ver. Se apreciaron: la naturalidad en el tramo de la temática del sexo, la gran cantidad de actividades para adultos mayores, la facilidad de obviar los tabús, las diferencias sociales y culturales que existen entre Ecuador y Catalunya, el cierto maltrato de los hijos hacia los padres cuando empiezan a llegar a al vejez. ¡Fue muy inspirador! Un grupo de asistentes incluso cabilaron sobre la idea de irse a Barcelona a jubilarse. ¡Qué éxito! |